Las dolencias de nuestros perros
Quien piense que la vejez es solamente cosa de los ser humanos, se encontrará en un tremendo error. Y si no, no tenemos más que mirar cara nuestros compañeros de batalla, que a la vez que nosotros están sufriendo el peso en el tiempo y lo deterioro de su cuerpo.
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Hablamos de nuestros perros, de eses compañeros inseparables para quien creemos que no pasan los días. Pero nada más lejos de la realidad, debemos ser conscientes de que ellos también padecen sus dolores y tristezas, convirtiéndose en unos viejitos para los que las cosas no son tan sencillas como antes.
Y como nosotros, ellos también necesitan unos cudados y una alimentación especial, que les haga los días más llevaderos, y que nos les suponga un sobreesfuerzo para su fisiología. En este enlace, los expertos nos ilustran con algunos métodos que ayudarán a mejorar la vida de los perros que padecen artrosis, un mal de todos los ancianos y que se hace patente en uno de los miembros más queridos de nuestra casa: nuestro bretón Lois.
Si vosotros también tenéis un amigo en estas condiciones, tened en cuenta las siguientes pautas:
- Reducir la intensidad de los paseos. Precisan moverse, sí, pero en paseos más cortos y de menor intensidad.
- Evitar los movimientos brucos. Se acabó eso de lanzar un palo para que lo vaya a recoger. Ahora los juegos deben ser suaves y ajustados a su edad. Y con los perros de caza igual: a todos nos llega la jubilación, y ellos también la merecen después de toda una vida de duro trabajo en el campo.
- Reducir la cantidad de comida. Al hacer menos actividad física, la ingesta de calorías debe ser también menor y adaptada a su nueva dentadura, evitando problemas de sobrepeso que empeorarán significativamente sus huesos.
- Facilitar su calidad de vida mediante la adaptación del entorno, con un lugar adecuado para que pueda descansar y moverse sin problemas.
Y lo primero y más importante, darle mucho mucho cariño, el mismo que ellos nos brindan cada día.