Qué hacer ante un terreno quemado
Después de la terrible tragedia que vivimos estos días en nuestra tierra, toca recapacitar y pensar en las medidas que realmente le sirvan al medio ambiente para regenerarse. De hecho, suele ocurrir que las personas, en su afán por recuperar el paisaje que teníamos antes, realizan algunas acciones que no siempre resultan efectivas. Es más, en ocasiones pueden resultar perjudiciales, dañando aún más el terreno quemado.
Por eso, hoy nos gustaría darle difusión a esta información procedente de ADEGA, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, en la que nos explican lo que debemos y no debemos hacer cuando tengamos delante un terreno quemado.
Podéis consultar en este enlace el artículo completo.
ACCIONES POSITIVAS
Estas acciones deben ser coordinadas por la administración y las comunidades de montes, y se basan en lo siguiente:
–Minimizar el uso de maquinaria pesada.
–No talar los esqueletos de mato y contar sólo los árboles de cierto tamaño para evitar daños al suelo.
–Dejar los restos forestales sobre el suelo en sentido perpendicular a la pendiente, para frenar la escorrentía.
–Repartir paja o virutas (mulching) en zonas sensibles, en zonas con fuerte pendente, en zonas próximas a los cursos de agua…
-Realizar fajas de semilleras alternando con las anteriores y sempre siguiendo las curvas de nivel.
–Poner filtros vegetales (restos de podas, broza,…) cerca de los canales de los ríos, para frenar los arrastres del suelo y evitar la contaminación de las aguas.
PROCURAREMOS EVITAR:
-Pisotear las zonas quemadas, ya que se aceleraría la erosión.
-Cortar árboles y romper ramas, porque suponen una protección contra la erosión.
-Realizar sacas de madera de modo agresivo para el suelo.
-Laborear y roturar el suelo. Utilizar maquinaria pesada o agresiva en el suelo.
-Asustar o danar a la fauna.
-Pastorear demasiado pronto, para evitar los efectos del ganado sobre el solo y sobre la vegetación.